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Preguntas frecuentes sobre el cuidado de las velas

Preguntas frecuentes sobre el cuidado de las velas

Las velas son una inversión y con los cuidados adecuados, puede prolongar fácilmente su vida útil y sacarle el máximo partido. Siga leyendo para obtener respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre el cuidado de las velas.

Aquí, en el loft, no nos referimos a la vida útil de una vela en años, sino en temporadas. Por ejemplo, la temporada principal de navegación en Annapolis puede comenzar a principios de primavera y prolongarse hasta finales de otoño, nosotros consideramos esto como una temporada de vida útil para su vela. Ahora bien, si esas mismas velas, pasada la temporada de navegación, se pasan el resto del año enrolladas en el estay, el mástil o la botavara y se dejan expuestas al sol, la lluvia y la nieve durante los fríos meses de invierno, entonces se ha "gastado" otra temporada de la vida útil de la vela.

Otro aspecto a tener en cuenta en esta ecuación es el tiempo de inactividad después de la temporada de navegación; si sabe que sus velas van a permanecer inactivas en el barco, en un puerto deportivo durante al menos un mes, ¿por qué no intentar ahorrar ese mes de vida útil de las velas desmontándolas del barco y guardándolas?

Si desmontar las velas y guardarlas en un sitio protegido le supone un gran trabajo, nuestro departamento de servicios estará encantado de ir a su barco, desmontar sus velas y llevarlas a nuestra veleria para inspección y almacenamiento el tiempo que sea necesario.
Proteja con cinta adhesiva los tensores de los obenques y cualquier otra pieza de su embarcación que pueda dañar las velas. Incluso algo que parezca romo (como un cruceta) puede dañar las costosas velas en una virada, así que eche un vistazo y vea qué se puede o se debe cubrir. Incluso la punta de una cruceta bien protegida o una luz de navegación, pueden ir desgastando la vela virada tras virada; para estas zonas, colocar en la vela un refuerzo de cruceta, un refuerzo de luz de navegación, etc.) podría ser la solución.

En nuestros lofts, disponemos de varios materiales que son resistentes a la abrasión y que solemos utilizar para este tipo de refuerzos, desde Kevlar con adhesivo en la parte posterior para un génova de regata, hasta loneta para velas de crucero. Para zonas más pequeñas como los tensores, la cinta aislante, cinta de silicona autosoldable, el cuero y otros revestimientos protectores, son una forma relativamente económica de proporcionar protección.
Si se trata de una vela de proa enrollable o una mayor enrollable en el mástil o en la botavara, puede que solo haya que enrollarla, pero si se trata de una mayor no enrollable, habrá que utilizar una funda resistente y funcional o guardarla en algún lugar bajo cubierta o en otro lugar protegido de los dañinos rayos UV cuando no se utilice.

En el caso de una vela de proa no enrollable, cuando no se vaya a utilizar, debe guardarse dentro de un saco en cubierta y si no se va a usar durante un periodo de tiempo prolongado (o hasta la próxima salida), debe guardarse en un saco y dentro del barco.
Muchas velas tienen bandas solares UV cosidas, pero esto no significa que la vela pueda dejarse expuesta a la intemperie sin ningún tipo de mantenimiento y esperar que dure para siempre.

La loneta de Sunbrella es una gran protección para las velas de crucero, pero sus costuras cosidas a máquina para fijar la banda solar en la vela, se queman por su exposición prolongada a los rayos UV. La mejor manera para evitar que esto ocurra, es recoser las costuras de la banda solar aproximadamente cada tres años.

Las bandas solares de grosor y peso medio como el tejido WeatherMax, también proporciona protección y necesita básicamente el mismo mantenimiento que una funda de Sunbrella; si se cuidan las costuras de las uniones de la banda solar y nunca llegan a abrirse, estas cuidarán de su vela (mucho más valiosa).

Las opciones ligeras de tejidos de protección solar, como el tejido de Dacron con tratamiento UV, son ideales para los cruceros de regata y para algunas velas de competición, como los code zero enrollables, pero estos materiales no son tan resistentes a los rayos UV. Dependiendo de la ubicación del barco y del tiempo que lleve la vela expuesta al sol con esta protección, estas bandas solares pueden tener una vida útil de solo un par de temporadas: una vez que el tratamiento UV se ha desgastado o agotado, la banda solar ya no es eficaz y debe sustituirse. Todas estas bandas anti UV también deben repararse si se dañan; si usted ve la vela porque la protección se ha roto o rasgado, el sol también puede hacerlo.
Hay una buena razón por la cual las velas nuevas vienen con una funda resistente: no es porque la empresa quiera otro lugar donde poner un logotipo grande. La funda es una protección externa, mucho más barata que la vela, que la protege de rasguños y roturas. Echa un vistazo a una funda vieja y podrás observar roces y roturas, sin esta protección estos desperfectos estarían en la propia vela. Así que sí, cuida tus fundas de velas y úsalas con regularidad: realmente merecen la pena.
Muchas roturas catastróficas en las velas se deben a una pequeña reparación que nunca se realizó, por eso es tan importante realizar inspecciones periódicas.

En primer lugar, no espere a reparar algo pequeño: si observa un pequeño agujero o desgaste, solucione el problema mientras aún sea pequeño. (Hemos visto a más de una persona llegar al taller con una vela destrozada diciendo que "tenía intención de remendar esa parte".

En segundo lugar, realice una inspección general de sus velas una vez al año. Si detecta, por ejemplo, que una trevira necesita que se recosa u otras cosas similares, entonces esta reparación puede llevarse a cabo en cualquier taller que encuentre adecuado.

Si prefiere que un profesional revise sus velas, contacte con su taller local. Si las velas se inspeccionan en nuestros talleres, estas se extenderán en el suelo de la velería, con buena iluminación y serán revisadas por un experto velero que está acostumbrado a ver estos mismos problemas en una gran variedad de velas todos los días. Incluso puede recomendarle medidas preventivas para evitar cualquier fallo mientras está en el agua. Si desplazarse al taller no le va bien, podemos ir a recoger las velas en el lugar que nos indique.
Después de la luz solar, el segundo peor enemigo de cualquier vela es la sal, pero otros tipos de suciedad y residuos pueden ser igual de dañinos. No hay una recomendación específica sobre la frecuencia con la que se debe lavar una vela, pero hay una regla general de sentido común: una vela que ha estado expuesta al agua salada debe lavarse cuanto antes. También se deben eliminar, en la medida de lo posible, todos los demás grados de suciedad o mugre. Por ejemplo, es probable que una génova o una vela de estay necesiten un lavado o, al menos, un enjuague más frecuente que una vela mayor que se guarda bajo una funda en la botavara o se enrolla cuando no se utiliza. ¿No está seguro de si sus velas están saladas? Pase un dedo por el pujamen y pruébelo: lo sabrá de inmediato.